Así como en Colombia nuestros ritmos de origen afro representan la resiliencia de los esclavos que llegaron al continente y son manisfestaciones vivas de un legado africano, El Festejo lleva en él esa gran historia y es una de las músicas más representativas de los ritmos afroperuanos. (Ortega, C. 2022)
Se caracteriza por ser música de una complejidad alta, no solo por la sensación de la síncopa que caracteriza estos ritmos afro en 6/8 sino por la cantidad de cortes, frases y obligados que los acompañan. Su armonía es de orden tonal y suelen tener progresiones armónicas con dominantes secundarias. Su formato instrumental rítmico es el cajón, la quijada de burro, la cajita, el bongó y el set de tumbadoras. A esto se le incorporó el bajo eléctrico y la guitarra acústica como acompañamiento armónico y ya hace parte del formato normal que se encuentra en la gran mayoría del repertorio de la música afroperuana.
Estas y otras características las podemos encontrar en las siguientes canciones: